martes, 20 de abril de 2010

Lo siento, fue culpa mía

Sí esta vez fue culpa mía y lo siento.
Todo sucedió bajando la cuesta subterránea de la plaza de los fueros. Iba tranquilamente al sol, con la bici y la predisposición a pasar otra tarde de estudio en la hemeroteca como estudiante de clausura. Entonces vi a aquella niña tan feliz enseñando el bolso a su madre y frené pero no a tiempo. Era justo después de la cuesta. Lo siento, apreté el freno que no va del todo bien y le di en la cabeza. Perdón. Esta vez fue culpa mía, lo reconozco. Me paré y le froté la cabeza como mi madre hacía conmigo cuando me daba un coscorrón pero no sirvió de nada porque ella se echó a llorar. Y yo casi lloro por dentro.
Seguramente ni ella ni su madre leerán esto pero siento que no dije suficientemente "perdón".

Lo siento de verdad, esta vez fue culpa mía.

1 comentario:

  1. Siempre es bueno llevar caramelos encima. Seguro que te vienen de lujo para cualquier situación.

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