Es una enorme tapa negra que aplasta el ambiente que su majestuosidad. Es como si un humo negro inundase el techo y amenazase con atacar. Hoy el cielo me saca furiosas fotos y yo mojada huyo de sus aplausos. Una vez en casa me llama con ira exaltada, me silba y me ilumina como una gran faro celestial. Pero yo no hago caso y la contemplo desde mi cama con una estufa canina a mis pies.
Me acabas de recordar que Pamplona es única en cuanto a temporal se refiere.
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